Falta poco para poder catar la nueva IP de Ubisoft, For Honor, que pinta bien, pero que muy bien, su estilo de juego puede ser muy parecido a lo que hemos visto en otros juegos como Dynasty Wariors, (salvando las distancias), o Ryse: Son of Rome de Crytek, título que sirvió como presentación de las bondades de Xbox One en el momento de su presentación.
Ryse: Son of Rome, fue lanzado en 2013 en la consola de Microsoft, y unos meses después lo pudimos disfrutar en PC, aunque fue hypeado hasta la saciedad, no resulto ser lo que todos esperábamos, al menos en la parte jugable, por que a nivel técnico sigue siendo uno de los referentes para demostrar la potencia bruta de un PC en los mejores benchmarks.
Crytek, no está atravesando su mejor momento financiero, hace poco pudimos leer la triste noticia de que sus trabajadores llevan algunos meses sin ver su salario… aunque a cierre de este análisis parece ser que han encontrado un inversor para salvar los muebles.
Sin duda empezaremos hablando de las bondades Cryengine, el bestial motor gráfico que mueve este baile de pixeles hasta una resolución de 4K, es uno de los referentes a nivel técnico, y quizás uno de los motores más usados después del todopoderoso Unreal Engine.
La aventura romana de Crytek, luce tan fresco como hace 3 años cuando fue lanzado, en Xbox One alcanza una polémica resolución de 900p mientras que en PC, si tu maquina lo permite podrás moverlo hasta los 2160p (4k) aunque para eso vas necesitar una verdadera bestia. Pero si lo tienes disfrutaras de unos de las mejores experiencias a nivel técnico de lo que hemos visto esta generación, solo superado por unos pocos. Los personajes están perfectamente recreados, con sumo detalle, como las expresiones faciales, sus movimientos o nuestra increíble armadura romana, los enemigos a pesar de lucir al mismo nivel, solo existe unos diez diseños, y llega a ser repetitivo pelear contra tanto “gemelo”. A nivel de escenario, su variedad es tan alta como la calidad de los mismos, visitando diferentes emplazamientos, tanto ciudades, puertos marítimos como densos bosques, aunque a pesar en la mayoría de los casos lineales, disponen de algún camino alternativo dando un poco mas de variedad al conjunto. Los efectos de luces y reflejo rozan una calidad notable, aunque quizás es el punto mas flojo a lo que a nivel técnico se refiere, aunque no quiere decir que sean mediocres, simplemente cumplen su cometido, punto que este año juegos como Rise of Tomb Raider o Uncharted 4 ha demostrado una calidad superior en este apartado, y donde este año que acaba de empezar se verá potenciado por la tecnología HDR10.
Marius Titus será el protagonista del modo campaña, un soldado joven que ansia seguir los pasos de su padre, como protector del imperio Romano. La aventura comenzará con la invasión de los Barbaros a la capital del imperio, nuestro héroe se abrirá paso por oleadas de enemigos hasta llegar a junto el Emperador Neron al cual, le contaremos nuestra ascensión como guerrero a modo de Flashback, desde nuestros inicios, como nuestro “coronación” como centurión. Un argumento simple, con un final a la altura del poder del imperio Romano, aunque Crytek ha sabido adornar, de manera exquisita su argumento, con ciertos elementos místicos, además de crear algunos de las cinemáticas más espectaculares últimamente vistos. Todo esto narrado en un perfecto español a lo largo de sus 7 horas de campaña
No todo lo que reluce es oro, este dicho le viene al pelo para este juego, si su calidad técnica es de sobresaliente, su jugabilidad es un suspenso, después de 30 minutos descubrimos su limitación a nivel Jugable, un juego que basa su jugabilidad en la lucha al 95% y un simple 5% en exploración, debería haber creado un sistema de combate más profundo, o más escalable, que a pesar de poder mejorar habilidades, estés son a nivel de nivel de vida, ataque especial, duración del mismo o cantidad de armas arrojadizas que podemos llevar con nosotros. Su control es básico, disponemos de dos botones de ataque, uno ataque rápido y otro para abrir la defensa de nuestro enemigo, en defensa dispondremos de un botón para defendernos y otro para evasión, al atestar varios golpes a nuestros enemigos, aparecerá una calavera sobre ellos, en ese instante podremos ejecutar un ataque final (, en caso de usar mando es con RT) que nos solicitara ejecutar unos ataques con unos patrones de colores asociados a dos teclas para poder finiquitar a nuestros enemigos de una manera espectacular, a pesar de este aliciente, resulta monótono tras varias horas de juego, ver una y otra vez los mismos remates finales… Una curiosidad a destacar es la forma que podemos recuperar vida, experiencia, o cargar nuestra barra de habilidad especial, que será según nuestro criterio, al que seleccionaremos desde la cruceta del mando, o la rueda del ratón y así recuperar o cargar el parámetro que más nos interese. Para dar un poco, de vidilla al desarrollo, se ha añadido alguna variación en el desarrollo, en forma de acciones conjuntas con nuestros compañeros de armas, aun así, incluso se hacen repetitivos después de varias horas.

Su modo multijugador, dispone de las mismas limitaciones que el modo campaña, limitándose a poder mejorar el aspecto de nuestro gladiador, y poco más que contar de un modo simbólico, que se hace aburrido después de 10 combates, donde nos limitaremos a defendernos y atacar sin ningún aliciente a mayores.
Conclusión:
Una oportunidad perdida, un juego que podría haber sido mejor, si los desarrolladores lo hubieran planteado de otra manera, un juego que incluso después de haberlo pasado sigo con la incertidumbre del género al que pertenece, un verdadero poderío grafico unido a un nefasta jugabilidad, unido a una optimización a la altura de la jugabilidad. No nos equivoquemos, si tienes la oportunidad de probarlo, hazlo, su historia y su belleza se merece admiración, pero no busques retos con él, tampoco busques un multijugador a la altura. Aprovecha ofertas para jugarlo, a más de uno le pasara lo que me ha pasado a mí, que a pesar de sus limitaciones, tiene algo que te tiene pegado al él, al menos hasta acabarlo.



