Pocos jugadores escuchan el nombre de Shadow of the Colossus y no saben de que se está hablando, un título que por aquellas épocas de PS2 cautivó a muchos y como mínimo no dejó indiferente a los demás. Como muchos otros tuve la oportunidad de disfrutarlo en su momento, me sorprendían sus escenarios, ese apartado artístico, la increíble recreación de la magnitud de cada coloso, pero a pesar de todo ello no terminaba de atraparme, me gustaba sin enamorarme, por eso en el E3 tampoco es que me “hypeara” demasiado (aunque tampoco a otros más fanáticos), pero poco a poco, con cada vídeo mostrado me llamaba más la atención. En su momento no me conquisto, veamos si de esta vez me consiguió atrapar este remaster a cargo de Bluepoint Games.
Shadow of the Colossus es un título que destacó por su apartado artístico, tanto en los escenarios como en el diseño de cada uno de los colosos, todo bien mezclado con un apartado minimalista en el gameplay que ayudaba a realzar cada detalle, cada montaña, cada movimiento de los colosos convirtiendo cada segundo en un momento épico ya sea por la impresionante presentación de los escenarios (enormes, sobre todo teniendo en cuenta la generación en la que salió) como cada instante de los combates con los intimidadores colosos. Pero el actual remaster que nos concierne en este análisis ¿es respetuoso con todo esto? Para seros sincero, cuando lo presentaron en el E3 tenía mis dudas, pero tras haber probado en mis propias carnes lo que es capaz de ofrecer, no me cabe dudo que el trabajo realizado es impresionante, una obra totalmente respetuosa con la original pero con un apartado visual que mejora enormemente la belleza de la obra.
Una triste historia
Shadow of the Colossus no cuenta con la narrativa a la que los videojuegos nos tienen habituados, en su contamos con una cinemática de introducción sin voces, otra hacia el final y por supuesto la cinemática final, contamos también con una cada vez que derrotamos a un coloso, pero son meros interludios entre objetivo y objetivo cuya función más que explicar el próximo objetivo, es que nos quedemos con los cambios que sufre nuestro protagonista tras cada coloso derrotado.
Nuestro protagonista Wander viaja a unas tierras lejanas y olvidadas con la sola compañía de su yegua Argo y el cadáver de una joven, la tristeza se respira en cada escena, pues su único objetivo es devolverle la vida a esa joven que la perdió injustamente antes de tiempo. En esa tierras hay un dios que le propone a Wander un trato, derrota a 16 colosos y su deseo se verá cumplido, aquí comienza tu aventura, una dura batalla en la que lo único que te separa de la desesperación de la soledad es la esperanza de ver tu objetivo cumplido y la compañía de Argo, tu fiel amiga que a pesar del miedo que experimenta en ciertos momentos, siempre está ahí para ayudarte.
Mi primera impresión tras jugarlo después de tantos años fue que para bien y para mal, era tal y como lo recordaba, o eso pensaba, hasta que puse vídeos del original para recordarlo y vi el enorme cambio estético sufrido, cambio para bien, a pesar del salto gráfico sigue manteniendo la linea del original y siendo totalmente respetuoso con el.
Una jugabilidad respetuosa con sus orígenes
Sin embargo, los cambios se centran en el aspecto visual, las animaciones se mantienen, aunque a pesar de ser un juego ya con unos cuantos años, aun a día de hoy se siguen manteniendo bien, no es tan así con los controles, normalmente son realistas, Wander no es un Héroe, solo un tipo cualquiera que ha sufrido la desgracia de perder un ser querido, no es el mejor blandiendo la espada ni escalando, sus movimientos no son rápidos ni fluidos. En definitiva, nada en Wander esta pensado para el combate y esto se transmite a los controles. Lo mismo sucede con Argo, cuando cabalgamos sus movimientos no los controlamos del todo, Argo tiende a seguir los caminos por si misma, a frenar en espacios cerrados, a asustarse con los colosos… en definitiva, Argo es un ser vivo que te obedece hasta cierto punto pero que también puede actuar por si misma por cautela o simplemente por temor. Todos estos puntos en lo referente a controles están muy logrados, aún así al respetarse los controles que tenía el original (no así el mapeado del mando) provoca fallos en muchas situaciones, la mayoría en mecánicas de escalado, veréis como muchas veces falláis un salto por culpa de los controles y no vuestra, demasiado a menudo se produce esta situación que llega a ser muy frustrante, teniendo en cuenta que luchamos contra colosos a los que tenemos que escalar, ya podéis haceros una idea, aunque es cierto que si tienes paciencia para lidiar con el que quizá es el mayor y a la vez, casi el único problema del juego, sabe recompensar muy bien al jugador al alcanzar la victoria, no a través de objetos, tampoco de habilidades, sino la propia satisfacción de derrotar y salir victorioso de una batalla que parece imposible.
Si me preguntarais si merece la pena jugar a Shadow of the Colossus sin duda la respuesta sería si, y este remaster es la escusa perfecta para para aquellos que no lo disfrutaron en su día. Ahora bien, Shadow of the Colossus no es un juego para todo el mundo, sus mecánicas, su jugabilidad, su forma de narrar la historia… no son para todo el mundo, a mi personalmente es una obra que me ha gustado pero no me ha enamorado, muchos se sentirán como yo y otros simplemente se aburrirán ya que es un juego pausado que requiere paciencia a nivel jugable, aunque si eres de los que disfruta de un apartado artístico sobresaliente, el simple camino a caballo de un punto a otro te dejará boquiabierto.
Algo que me sorprendió mucho ha sido el rendimiento, lo hemos jugado en PS4 normal y no puedo decir cuan estable es o si corre a 30 fps constantes, pero la sensación que deja constantemente es de que le falta fluidez, sobre todo cuando vamos a caballo a toda velocidad. Me choca esta falta de fluidez, si, gráficamente ha mejorado enormemente, pero PS4 tiene títulos gráficamente superiores que se ven más fluidos.
Conclusión
Shadow of the Colossus se ha convertido en una obra de culto por méritos propios, aunque no sea tu estilo es un título que por todo lo que ha logrado cualquier videojugador debería al menos probarlo, con este remaster ya no hay escusa, aunque al principio tenía mis dudas sobre este remaster, ahora puedo decir que es un acierto, aunque visualmente es más de lo que me esperaba, también es cierto que sus problemas con los controles antaño eran menores pero hoy en día no están a la altura, aun así, sigue siendo una experiencia única.